En el corazón de nuestras cadenas montañosas, se oculta una fuente de energía que podría cambiar las reglas del juego en la industria energética. Un reciente estudio del Centro Helmholtz GFZ para Geociencias ha revelado que estas majestuosas elevaciones no solo son un hermoso paisaje, sino que también podrían convertirse en importantes generadoras de hidrógeno natural, un recurso que podría fluir libre de los combustibles fósiles que han dominado la producción energética actual.
La importancia de las montañas en la producción de hidrógeno
El equipo liderado por Frank Zwaan ha hecho un descubrimiento fascinante: los procesos tectónicos en montañas formadas por la inversión de rift, producto de la colisión de placas tectónicas, crean condiciones ideales para un fenómeno llamado serpentinización. Este proceso, que ocurre cuando minerales ricos en hierro, como el olivino, entran en contacto con agua, genera un subproducto vital: el hidrógeno.
Beneficios en comparación con otras formaciones geológicas
- Temperaturas ideales: Las rocas del manto en estas montañas alcanzan temperaturas de 200-350°C, óptimas para maximizar la reacción química.
- Facilidad de acceso: A diferencia de las dorsales oceánicas, donde se ha estudiado este proceso en el pasado, las cadenas montañosas pueden ser más fácilmente explotadas.
- Mayor capacidad: Los modelos sugieren que estas áreas son capaces de producir hasta 20 veces más hidrógeno anualmente que las cuencas de rift oceánicas.
Reservorios naturales: fundamentales para la extracción
El estudio destaca la relevancia de las rocas porosas, como las areniscas, presentes en sistemas montañosos como los Pirineos, Alpes y Balcanes. Estas formaciones pueden almacenar significativas cantidades de hidrógeno, lo cual es crucial; sin estos reservorios, el hidrógeno se dispersaría rápidamente, dificultando su captura. Ejemplos recientes de producción incluyen:
- El yacimiento albanés de Bulqizë, que emite anualmente 220 toneladas de hidrógeno casi puro.
- Investigaciones en los Pirineos españoles que sugieren reservas potenciales de 5 a 10 millones de toneladas.
Consecuencias para la transición energética
Este hallazgo no solo plantea una nueva esperanza para la producción de hidrógeno, sino que también puede reducir nuestra dependencia del hidrógeno gris, producido a partir del gas natural, y del hidrógeno verde, que necesita electrólisis a partir de energías renovables. Aunque aún se necesitan avances tecnológicos para su extracción, el hidrógeno natural ofrece ventajas que no pueden ser ignoradas:
- Bajas emisiones: Este tipo de hidrógeno no produce CO₂ durante su uso.
- Almacenamiento natural: Las formaciones geológicas actúan como “tanques”, resolviendo así problemas logísticos.
Explorando Nuevos Horizontes
A medida que nos adentramos en esta nueva era de energías limpias, las montañas emergen como aliadas inesperadas en la transición hacia un futuro sostenible. Un estudio más exhaustivo en estas áreas podría abrir las puertas a reservas masivas de hidrógeno, acelerando la descarbonización de los sectores industrial y energético. ¿Estamos listos para explorar y aprovechar el potencial oculto de nuestras montañas?