Los perros son conocidos por ser la alegría del hogar, siempre dispuestos a hacer nuevos amigos. En cambio, los gatos suelen ser vistos como los príncipes distantes de la casa, aquellos que se acercan a su dueño solo cuando les conviene. ¿Es esta la verdadera naturaleza de los felinos? La respuesta es más compleja de lo que parece. Aunque los gatos tienden a ser más reservados, sus relaciones son ricas y matizadas.
Un vistazo a la psicología felina
En un artículo de The Conversation, las psicólogas de la Universidad de La Trobe desmitifican la idea de que los gatos no pueden forjar amistades. Deanna Tepper, Joanna Shnookal, y Jessica Dawson ofrecen valiosos consejos sobre cómo interpretar el comportamiento de estos habitantes peludos y las claves para ayudarles a relacionarse mejor con otros animales.
La complejidad de las amistades felinas
A pesar de que la reputación de los gatos puede ser desalentadora, las expertas nos recuerdan que estos seres pueden hacerse amigos de otros gatos, humanos e incluso perros. La famosa enemistad entre gatos y perros es más un mito que una realidad, y aquí hay recomendaciones para entender mejor sus lazos sociales.
¿Por qué son tan complicadas las amistades de los gatos?
Los gatos carecen de las herramientas necesarias para resolver conflictos, lo que puede llevarles a preferir el distanciamiento a la hora de enfrentar a un extraño. Mientras que los perros pueden buscar una solución más activa, los felinos tienden a bufar y alejarse ante situaciones incómodas.
Claves para reconocer el confort de un gato
Si observas a dos gatos acicalándose o jugando juntos, ¡buenas noticias! Están cómodos el uno con el otro. Sin embargo, si los ves persiguiéndose o mostrando agitación, es un claro indicativo de que no se encuentra a gusto. Por tanto, al reunir a dos gatos, es fundamental proceder de manera lentas y controlada, siempre observando su comportamiento.
¿Machos, hembras o una mezcla?
Las investigaciones sugieren que las amistades son más fluidas entre hembras, quienes suelen permanecer en las colonias para cuidar de sus crías. Los machos, por otro lado, tienden a ser más solitarios. Si bien en ambientes controlados como el hogar, la convivencia puede ser más flexible, lo común es que una combinación de macho y hembra facilite la adaptación y minimice disputas.
Fomentando amistades entre gatos
La edad y la socialización juegan un papel crucial. Presentar a gatos jóvenes y castrados aumenta las probabilidades de que se lleven bien. Además, asegurarte de que cada gato tenga acceso a recursos como comida, agua, juguetes y rascadores es clave para mantener la paz en casa. Recuerda, lo más importante es permitir que el encuentro sea gradual, presentando la oportunidad de familiarizarse a través de olores y observación.
¿Y los perros, qué papel juegan aquí?
La narrativa del gato que teme al perro tiende a cambiar en un hogar. A diferencia de los encuentros en la calle, donde pueden ser acosados, en el hogar, el contacto se limita a unos pocos perros. Siguiendo el mismo protocolo de presentaciones lentas y asegurando recursos, no es descabellado pensar que también pueden florecer amistades inter-especies.
Reflexionando sobre las amistades felinas
A menudo, la imagen de los gatos como seres solitarios y ariscos no refleja la realidad. Estas amistades pueden establecerse con paciencia y atención. Al final del día, al igual que nosotros, los gatos también tienen sus preferencias; no esperes que todos se lleven bien. Con un poco de esfuerzo y comprensión, las amistades entre gatos, y entre ellos y otros animales, pueden florecer de maneras sorprendentes y satisfactorias.
¿Tienes un gato en casa que podría beneficiarse de un nuevo compañero? ¡Comienza a aplicar estos consejos y observa cómo se desarrollan las relaciones en tu hogar!