En un mundo donde la vida parece moverse a un ritmo acelerado, la historia de María Branyas brilla con un resplandor único. En agosto de 2024, esta venerable catalana partió de este mundo a los 117 años, no solo siendo la persona más longeva del planeta, sino además ocupando un lugar en el top 5 de las mujeres que más tiempo han vivido en la historia. A menudo, pensamos que la longevidad es resultado de la genética, pero María nos mostró que hay mucho más en juego.
Un Estudio Revelador
Antes de su fallecimiento, un grupo de investigadores del Instituto de Investigación de la Leucemia Josep Carreras se embarcó en una investigación fascinante, tratando de desentrañar los secretos detrás de su notable longevidad. Sus hallazgos, aunque aún sin el visto bueno definitivo de revisión por pares, ofrecen una mirada interesante a los hábitos que le permitieron alcanzar una vida tan extensa.
Más Allá de la Genética
Los investigadores llevaron a cabo entrevistas con María y realizaron una variedad de pruebas que abarcan desde su genética hasta su microbiota intestinal. Lo que revelaron fue sorprendente: no solo se trataba de una herencia genética excepcional, sino también de hábitos de vida que desempeñaron un papel crucial en su longevidad. Un círculo social activo, un estilo de vida dinámico, la ausencia de tabaco y su predilección por el yogur son solo algunos de los elementos que marcaron su camino hacia una vida longeva.
Un Legado Imponente
Hoy en día, el título de persona más longeva del mundo recae en la mística Jeanne Calment, quien partió a los 122 años en 1997. Le siguen Kane Tanaka de Japón y Lucile Randon, ambas mujeres que acumularon más de 119 años de vida. Sin embargo, María Branyas se destacó desde enero de 2023, ocupando el puesto de la persona más longeva hasta su fallecimiento.
Los Supercentenarios
Es asombroso saber que solo 1 de cada 10 personas que alcanza los 100 años logran vivir una década más. Aquellos que lo consiguen son conocidos como supercentenarios, y su existencia es objeto de interés científico. En esta selecta lista de longevidades, predomina una notable representación de individuos franceses y japoneses, además de un patrón peculiar entre las religiosas.
La Forma de Vida: Clave para el Éxito
El estudio sobre María subraya que tuvo un estilo de vida muy activo, tanto física como socialmente. Pasaba tiempo de calidad con sus seres queridos y seguía rutinas enriquecedoras. Su infancia, marcada por un entorno acogedor, y su formación en música y arte, mantuvieron su mente activa. Incluso a los 105 años, continuaba teniendo una vida activa, tocando el piano, leyendo y ejercitándose.
Un Pasado Resiliente
Su vida estuvo marcada por desafíos, incluida la Guerra Civil, donde trabajó como enfermera junto a su esposo. Esta capacidad de adaptación y su naturaleza inquieta parecen estar íntimamente relacionadas con una buena salud mental y física, ingredientes vitales para una vida prolongada.
Alimentación: El Pilar Fundamental
María Branyas siguió una dieta mediterránea, lo que puede haber sido un elemento clave en su longevidad. La evidencia sugiere que tanto Jeanne Calment como Lucile Randon pudieron haber seguido patrones dietéticos similares, lo que resalta la relevancia de esta práctica alimentaria en la longevidad.
La Importancia del Yogur
La afición de María por el yogur probablemente fortaleció su microbiota intestinal, un aspecto crucial que afecta nuestra salud y edad biológica. Su microbiota parecía corresponder a alguien mucho más joven, lo que lleva a considerar que la salud intestinal es un factor importante para prolongar la vida.
Epigenética y Genes: Un Cómputo Significativo
Los patrones de metilación en su ADN revelan que María tenía características de una persona mucho más joven de lo que indicaba su edad cronológica. Este fenómeno, relacionado con la epigenética, sugiere que los cambios en el entorno y el estilo de vida influyen en cómo se expresan nuestros genes.
Genética Favorable
Además de la epigenética, el estudio demostró que María poseía genes protectores contra enfermedades graves. Su metabolismo eficiente, con niveles bajos de colesterol LDL y un sistema inmunológico que actuaba de manera adecuada, se suma a su historia de hábitos saludables.
Reflexiones Finales
La historia de María Branyas es un recordatorio poderoso de que la longevidad no es solo un regalo de la genética, sino el resultado de elecciones de vida saludables. Su legado nos enseña que un enfoque equilibrado hacia la vida, la alimentación y la conexión social puede ser la clave para vivir muchos años. Mientras esperamos que los hallazgos de su estudio se ratifiquen, sabemos que la combinación de factor genético, hábitos positivos y un estilo de vida sereno pintan un panorama esperanzador para todos los que aspiramos a vivir una vida larga y plena.
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